En el mundo animal un parásito es un organismo que vive a costa de otro ser, alimentándose de él y por lo tanto perjudicando su salud. Es una definición muy objetiva que se traslada a aquellas personas a las que denominamos “parásitos emocionales” (depende del autor se habla de vampiros emocionales o de personas máscara).
Estas personas tienen un patrón de comportamiento clave que consiste en vivir de las emociones, de la energía de otra persona a quien cubre con sus demandas y necesidades mientras va agotando mental y emocionalmente a la persona a quien se acopla. Estas personas pueden actuar así de manera deliberada, o no, hay quienes no son conscientes de estos comportamientos en sí mismxs, pero no necesariamente son malas personas, son personas inmersas en sí mismxs que a priori parecen funcionales.
Se presentan como personas con habilidades sociales funcionales, pueden decir que son un poco tímidas, reservadas, etc. pero se desenvuelven con naturalidad. Esta espontaneidad o naturalidad en las relaciones sociales es un camuflaje de si mismxs, ya que seguramente están enmascarando un historial de carencias emocionales y afectivas que les persigue desde su vida familiar y lo proyectan en las demás relaciones que establecen (amorosas, amistad, laborales…). Se caracterizan por tener vínculos afectivos difuminados o dañados, desde luego inseguros. Las relaciones afectivas que mantengan serán las suplentes de las carencias o de los anteriores vínculos que estaban dañados, siendo más clara, no les importa la relación que tengan contigo, les importa lo que van a sacar de ti, que no tiene porque ser material o económico, sino afectivo: seguridad, amor, cariño, comprensión, adoración…
Se destacan dos tipos de perfil de “parásitos emocionales”:
1. AGRESIVO
Se aprovechan de su atractivo o de su carisma, tienen don de liderazgo, son persuasivos y tienen supuestas habilidades sociales que parecen funcionales pero son comportamientos emocionalmente agresivos. Por ejemplo, son personas que te propondrán miles de planes súper atractivos pero que no concretarán o que llegado el momento no estarán disponibles porque “algo” habrá surgido. Son emocionalmente demandantes, aunque se declaren como todo lo contrario, pero anteponen sus necesidades e intereses por encima de las de los demás, te las hacen saber y te embaucan de tal manera que haces tus necesidades las suyas, y esto pasa sin que te des cuenta, de repente estas dentro de la tela de araña. No tiene por qué ser de forma premeditada, pero procuran siempre obtener aquello cuanto quieren en el momento en el que lo quieren, y restan importancia a las necesidades e intereses de los demás. No ponen demasiado de su parte en las relaciones que establecen, pero si demandan, con lo cual se generan relaciones emocionales bastante insostenibles en el tiempo porque provocan mucho dolor emocional en la otra persona que se sentirá embaucada, insegura, con el autoestima magullada y sentirá soledad porque está tirando de una relación en la que el/ella se siente frustrado e insatisfechx, pero se sentirá culpable trata de dejar esa relación.
2. VICTIMISTA
Para los victimistas los demás son sus confidentes, depositan su tristeza, sus problemas, sus quejas, etc. en otros. En un principio parecen empáticos, sensibles, coherentes y parece que establecen una conexión intensa con la otra persona, la realidad es que absorben las ideas, valores, el discurso y las pasiones de la otra persona para poder encajar y de esta manera fluir en un ambiente de confianza que va más y más. Parece un mundo y una relación idílica, el amor de tu vida, el mejor amigx que has podido tener, pero en realidad solo es una pantalla para sentirse segurxs, queridos, entendidos… porque son personas dependientes con una vinculación afectiva disfuncional en su infancia. Estas personas establecerán lazos muy estrechos contigo hasta que les seas de utilidad, hasta que encuentren a otro amigx o amor mejor, porque nadie va a ser suficiente, en la siguiente esquina habrá alguien más comprensivo que tu. Tienden a regresar cuando algo les interesa, es decir no suelen cortar el vínculo, lo alimentan de vez en cuando por si deciden regresar con alguna petición nueva. No necesariamente lo hacen de forma premeditada, pero suelen tener gente de la que nutrirse emocionalmente a su alrededor, y tan pronto como están unidxs a unx persona, lo están a otra. Quien lo sufre se siente frustrado, inseguro, utilizado, con la autoestima magullada y sin herramientas para cortar esa relación.
LA VÍCTIMA
Tendemos a no ver venir a este tipo de personas hasta que no es tarde, hasta que sentimos el dolor emocional. Te ciegas, te emocionas con todos esos planes estupendos, las primeras palabras bonitas, el apoyo, etc. y no ves la incoherencia en sus actos y los bandazos que dan de un lado a otro sin explicación aparente más que entre los que piensan, dicen y hacen hay varios mundos de diferencia. Un día vives en una burbuja idílica, un sueño de vida, una relación emocional estupenda, y al día siguiente la burbuja ha explotado, en tu cara claro, y encima recompón las heridas, porque te quedas con una gran frustración y desorientación, no entiendes nada y sientes que tienes la culpa de algo que tan siguiera sabes identificar “¿He hecho algo para que se ofenda?” no, no has hecho nada, has conocido la careta de alguien, no a quien hay detrás. Ahora estas en doble duelo, tienes que superar que lo que has vivido la mitad te lo han pintado de rosa, la otra mitad no sabes muy bien que sentir, y estas enamoradx o tienes una amistad muy fuerte con alguien que en realidad no existe. A la vez empiezas a sufrir las consecuencias de la manipulación emocional, tu autoestima está dañada y tienes que recomponerte. Sientes que nada encaja y que encima estas solx, pero es que hasta le echas de menos, pero ¿a quién?
¿CÓMO LO DETECTAMOS?
Será clave identificar si quieren pasar tiempo contigo o te llaman porque te necesitan. Por lo tanto, si te chirria que sólo te llame o quede contigo cuando algo pasa, o cuando habláis hable casi en exclusiva de si mismx y demanda atención y cuidados es posible que te necesite.
Plantéate si se compromete contigo, con tus necesidades, con tus preferencias, con el tiempo que pasa contigo, con los planes que hacéis, o si por el contrario tus necesidades quedan en segundo plano, el tiempo que pasa contigo es porque estas detrás para que os veáis o si los planes se formalizan o se cancelan por “algo”.
¿Qué me dan? Lo real, los hechos, no lo que me dicen que soy para ellxs, la adulación, los planes idílicos, la vida maravillosa y la suerte que han tenido por tenernos. ¡HECHOS! Que las palabras se las lleva el viento.
Plantean algo o solo hacen cosas con nosotrxs porque insistes, incluso llegas a tener la sensación de que eres pesadx, de que si no le hablas no te hablaría, etc.
¿Y tus necesidades? ¿Donde están? Estas cuidando de tus necesidades o pasas más tiempo cuidando de las suyas, trata de ver si aun eres una prioridad para ti o estás en segundo plano porque las demandas de la otra persona consumen tu energía.
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